La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Con este juramento
podría resumirse su escritura, puesto que aún conserva, a pesar del paso
del tiempo, la honestidad de quien sabe de lo que habla ya que siempre
estuvo a pie de obra. O sea, de ola. De hecho, su vida fue aquello que
transcurrió entre la llegada de una marea y la siguiente, siempre a
babor o a estribor de buques renqueantes, en la proa o en la popa de
enormes cargueros, alumbrado por atardeceres infinitos y con el rumbo
puesto en otra aventura. Leerlo es embarcar en una singladura sin fin.
Estos días, la reedición de sus poemas y de una mítica novela vuelve a
sacarlo a flote.
Si era el poeta de la luz, de la intensa claridad, tenía que serlo a la
vez de la lluvia torrencial, de la ribera del río, del arroyo desbocado.
Y vaya que lo es. Seguir hoy el rastro líquido en la obra de Claudio Rodríguez (Zamora, 1934-Madrid, 1999)
supone toparse con versos que fueron escritos en aquel tiempo de
silencio en que en España se liquidaba a gente por decreto ley. En aquel
país que se empezaba a vaciar por hastío y a secarse en los estíos. La
España invertebrada que de tanto arrastrarse por aquellos barros
adquirió el aspecto de lodazal que hoy aún mantiene. Por eso sobran los
motivos (y las metáforas) para afirmar que CR, aquel escritor de la
generación de los 50 que vivió dedicado en cuerpo y alma a descifrar los misterios de la claridad, también se mojaba.
Queda terminantemente prohibido
asomarse al interior… ¡de este poemario! Cerradlo, por favor. Ni lo
hojeéis siquiera. ¡Lanzad vuestro ejemplar tan lejos como podáis! Puesto
que contiene algo capaz de arruinar, de una vez por todas, vuestra
vida: verdad.
Por eso queda absoluta, necesaria, verdadera, tajantemente prohibido
asomarse al interior de sus páginas. O tratar de levantar la falda a
alguno de sus poemas para asomarse, entre verso y verso, como un niño
recién mordido por la curiosidad, al ventisquero luminoso que convierte a
las palabras en libélulas sin alas.
Porque la verdad, aunque nos digan los contrario, siempre duele. Y,
aunque también se empeñen en contarnos otra cosa, no hemos venido aquí a
sufrir, sino a disfrutar de las vistas mientras recorremos este
territorio inhóspito llamado existencia.
Queda prohibido este libro porque sus versos cumplen con el único
requisito necesario para que las autoridades sanitarias decidan su
ocultación, un requisito que a su vez fue el epitafio bíblico de un
poeta célebre: «¡Sé fiel!».
Y Óscar Puky Gutiérrez, especialmente en este Malas compañías,
poemario que abre la colección Tierra de nadie de la editorial
Bukowski, es fiel a una única consigna: sobrevivir. Mantenerse fiel a un
modo de hacer poesía, a esa fórmula más o menos mágica, pero siempre
honesta, que resulta de integrar en una misma pared de ladrillos siempre
por levantar el ideal del poeta Arthur Rimbaud («cambiar la vida») con
la columna vertebral del pensamiento de Carlos Marx («cambiar la
historia, transformar la sociedad»), aunque sea provocando úlceras de
entendimiento a los biempensantes, argamasa de una obra, la de Óscar
Puky Gutiérrez al completo, que parece estar siepre en construcción y en
permanente estado de búsqueda de sí misma.
Óscar Puky Gutiérrez y su poesía son gente honrada.
Suman una muchedumbre feliz que disfruta volviéndonos a todos del revés.
Óscar Puky Gutiérrez sigue, erre que erre, pulsando siempre las
mismas teclas, fiel a lo más íntimo e independiente de reglas o normas
vigentes.
Óscar Puky Gutiérrez combate la estulticia con incendios provocados
en camas deshechas. Y, por la parte que les toca, casi todos los poemas
de Malas compañías dejan claro, de un modo contundente y
contumaz, por qué es peligroso asomarse al interior de este poemario si
es que se hace con la intención de disfrutar del paisaje o para respirar
un poco de aire puro. No, esta poesía no va de eso. Ni mucho menos.
Leer a Óscar Puky Gutiérrez es como saltar, sin paracaídas, de un avión.
Por eso queda terminantemente prohibido asomarse al interior de este
poemario. Bajo peligro de derrumbe existencial. O del desprendimiento
interior que se producirá a partir del momento en que empecemos a leer
versos como Creo en el poema padre todopoderoso / y en el abecedario
de silencios al que nos acerca. / Creo en la primavera y otros
milagros…
En caso de hacerse, de asomarse a este poemario, si es que no queda otro remedio, por favor, que sea con un casco para el alma.
Llueve sobre las Marías que llevo en mí. / Acto bautismal. / Gotas de la necesaria higiene. / Dichosas lágrimas del buen amor.
Evitaremos, todos, males mayores y accidentes graves durante su lectura.
En principio, los hongos son unos de los organismos mejor cualificados para la remediación (descontaminación) medioambiental. Durante cientos de millones de años antes del boom
de las plantas en el Carbonífero, sobrevivieron gracias a su voraz
apetito: encontraron maneras de descomponer el detrito que otros
organismos dejaban.
Su capacidad para digerir plásticos, explosivos, pesticidas y
petróleo crudo está siendo actualmente aprovechada en tecnologías de
vanguardia, y el descubrimiento de que conectan plantas en redes de colaboración subterráneas, las Wood Wide Web, está transformando la forma en que entendemos los ecosistemas.
Tras una pelota, siempre va un niño.
Detrás de un niño, corre siempre un cura.
Dentro del cura, se aloja el barranco.
En un barranco, mataron a Lorca;
debajo del cual, trompetea Falla,
a quien se suma el cantaor Morente:
son tres tristes muertos resplandecientes
que arrastran, zombis, la funesta facha
de un microondas desenchufado.
Lorca, Falla y Morente. En un barranco.
Trotan delante de un cura, y de un niño,
en busca de esa pelota menguante
que recubra el Sacromonte de estrellas
con sus brazos en cruz de cruz de mayo.
Y entre tanto desorden, un disparo
de luz que maniata al tiempo con cándidas
cuerdas crueles. Cuerda niña. Cruel cura.
Nací en Madrid en 1969.
He publicado las novelas 'Travolta tiene miedo a morir' (Premio Francisco Umbral), 'Valium', 'Guía Campsa de cementerios', 'Tiempo muerto para Alí', 'Desgraceland' y 'Espanis Sico'. Y 'La Bella y la Bestia', una revisión del cuento infantil publicada por Alkibla.
También los poemarios 'Biblia ilustrada para becarios', 'Maremágnum 44' (Mención de Honor Mejor Poemario Revelación Revista Ágora), 'Poemarx' (Premio 'Ciudad de Badajoz'), 'Santa Claus va a rehab', 'Poesía eres tuit', 'AnoGrexia', 'Siuxneto' y la antología personal 'Versolari suelto'.
He ganado el I Concurso de Haikus Caleteros 'Fernando Quiñones' -convocado por la Fundación que lleva el nombre del poeta gaditano-, el I Certamen de Poesía Erótica Galería-Taberna Ánima (Sevilla) y el I Certamen de Poesía Bárbara de Braganza de San Fernando de Henares (Madrid).
He participado en el libro/CD 'Panero', musicado por Bunbury y Carlos Ann, y en la antología periodística 'Del boom a los recortes'.
* Arrebato Libros (La Palma, 21) * Librería La Palma (c/ La Palma, 40) * Librería Leer es viajar (c/ Alcalde Sainz de Baranda, 14) * Librería Pérez Galdós (c/ Hortaleza, 5) * Librería Antonio Machado (c/ Fernando VI, 17) * Librería Juan Rulfo (c/ Fernando el Católico, 86)
Otras obras
'Travolta tiene miedo a morir'. Premio Francisco Umbral de Novela Corta. 1997. 130 páginas. Zócalo Editorial. 10 euros.
"Hoy nace un escritor, a no ser que se mate en una moto, caiga en la droga o termine sus días en la cárcel de Carabanchel". "Su 'Travolta...' está en la corriente actualísima del realismo sucio pero con una escritura propia y fuerte, una construcción sabia y un humor seco y nuevo que debe ser el de esta juventud: el autor tiene veintitantos años. Me enorgullece patrocinar una primera novela tan lograda, la mejor en su género dentro de España" (Francisco Umbral)
"Lo siento por Matanzo, el último mohicano del madrileñismo, pero en Sol sonará ya siempre una hora europea, y el Madrid manhattánico que cantan los jóvenes novelistas -Mañas, Benedicte, Etxebarría, etc.- es la consecuencia última de una Movida que inició Tierno en la Casa de la Villa e impulsa Gallardón en la vieja Gobernación: cosmopolitismo se llama esa figura" (Francisco Umbral)
"David Benedicte tiene el sabor del idioma y acierta a juntarlo con la riqueza de lo vivido o lo soñado o lo imaginado o lo inventado. En fin, la eterna e infrecuente canción: tiene algo que decir y sabe decirlo"(Bernardino M. Hernando)
"Su último libro, 'Siuxneto', está repleto de poemas ácidos como el aliento del Jocker"(David Trashumante)
"Metáfora casi herética por su desmesura, el poeta nos habla desde el humor. Un humor ácido, corrosivo, irrespetuoso. Estas son sus armas para transitar por el infierno cotidiano... Poemas irónicos, sarcásticos, crueles, en los que el autor juega con la disposición gráfica y arma pequeños artefactos de poesía visual... Esta mirada lúcida, esta voz propia, estos poemas de rabia y compromiso, este mirar el mundo con la lente deformante del humor y la pasión de la poesía, nos ayudan a ver la realidad"(Antonio Crespo Massieu)
"Poeta desvelado, de una aspereza clarividente"(Juan Manuel de Prada)
"David Benedicte es un magnífico periodista, de larga trayectoria. Lo primero lo sé porque, aparte de haber leído muchas piezas firmadas por él, me ha entrevistado, y uno lleva ya las suficientes entrevistas a las espaldas como para saber quién va más allá y quién no. Y David va. También es poeta, pero (perdóneseme la maldad) logra que eso no le estorbe como novelista"(Lorenzo Silva)
"Muy buena 'Espanis Sico', tu novela autobiográfica. Mi favorita junto con 'Guía Campsa...'"(Miguel Ángel Martín)
"'Maremágnum 44': excelentes situaciones prendidas en inteligentes –e inquietantes– 'extravíos' y transgresiones"(Antonio Gamoneda)
"'Tiempo muerto para Alí', publicado por Ediciones B, es una obra que destaca en el mediocre panorama literario español y que trasciende de las banalidades que muchas veces encabezan la lista de éxitos. La voz de Benedicte nos hace reflexionar y nos lleva a territorios desconocidos que existen no muy lejos de nuestro entorno más cercano' (Pedro G. Cuartango - El Mundo)
Las referencias literarias y artísticas son claves en la poesía de Gimferrer. En la conversación con Barceló surgieron los nombres de Góngora, Shakespeare y Goethe; de T.S. Eliot, Wallace Stevens y Ezra Pound; de Baudelaire, Rimbaud y Cavafis, Blas de Otero y David Benedicte. - See more at: http://www.hoyesarte.com/entrevistas/c32-artistas/en-los-momentos-mas-dificiles-es-cuando-mas-necesaria-se-hace-la-cultura_134073/#sthash.qjPobIfA.dpuf
Góngora, Shakespeare y Goethe; de T.S. Eliot, Wallace Stevens y Ezra Pound; de Baudelaire, Rimbaud y Cavafis, Blas de Otero y David Benedicte.
“Lo importante de mis poemas es que puedan ser entendidos aunque no se conozcan las referencias que incluyo, igual que yo disfruto un poema de Góngora o Dante lleno de referencias que yo no poseo, no por eso el poema deja de imponerse”.
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Góngora, Shakespeare y Goethe; de T.S. Eliot, Wallace Stevens y Ezra Pound; de Baudelaire, Rimbaud y Cavafis, Blas de Otero y David Benedicte.
“Lo importante de mis poemas es que puedan ser entendidos aunque no se conozcan las referencias que incluyo, igual que yo disfruto un poema de Góngora o Dante lleno de referencias que yo no poseo, no por eso el poema deja de imponerse”.
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Góngora, Shakespeare y Goethe; de T.S. Eliot, Wallace Stevens y Ezra Pound; de Baudelaire, Rimbaud y Cavafis, Blas de Otero y David Benedicte.
“Lo importante de mis poemas es que puedan ser entendidos aunque no se conozcan las referencias que incluyo, igual que yo disfruto un poema de Góngora o Dante lleno de referencias que yo no poseo, no por eso el poema deja de imponerse”.
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"Benedicte es una de las voces más curiosas y originales de la narrativa española del momento". "No es autor proclive al costumbrismo, antes bien es un dinamitador de géneros porque posee corte lírico y algunas de sus metáforas valen por páginas enteras, lo que es mucho decir" (Juan Ángel Juristo) "David Benedicte es uno de los poetas más sólidos de la quinta del 70, uno de los más sorprendentes, rompedores y originales. Pero siempre con los pies en el suelo y las manos en la masa de las apasionadas coordenadas del ser humano" (Manuel de la Fuente)
"No es un escritor al uso y no entendemos por qué derroche de malditismo suele pegársele al instrumento con que escribe la pasión de una mirada libertaria, fronteriza si se quiere y ajena a arquetipos y a moldes convencionales" (Paco Huelva)
"Espanis Sico. Poesía del horror. Brutal y emocionante. En tiempos de lo políticamente correcto David Benedicte destruye lo correcto y lo político. Un guiso de plantas carnívoras."(Ángel Fernández Fernández)
"David Benedicte, desfacedor del discurso del capitalismo, experto en mirar oblicuamente de frente a los ojos de la realidad para dinamitarla"(Alberto García-Teresa)
"Es el 'punkie' de la poesía española"(María Eloy-García)
"El lenguaje alucinativo, delirioso, hipnoticante, de imágenes, símbolos y figuras, si no hay una metáfora por frase es que no hay tantas metáforas o lo que sean como parece, que expresa nuestro estado comatoso y lo que queda, el espíritu, la letra, el otro mundo -o el espíritu de los muertos, la letra de los vivos y el otro mundo nuestro: David Benedicte y la proesía, o sea, el mundo por delante, lavapiés, manosarriba, ahí fuera"(Felipe Valle Zubicaray)
"A la poesía, o se va con dinamita o mejor no molestarse"(José García)
"Es el Bret Easton Ellis español"(Pepe Cueto)
"Va sobrado de ingenio Benedicte en 'AnoGrexia'. No puedes partirte la caja todo el rato y me irrita un poco la disposición versal centrada en algunos poemas. Pero pasas un buen rato, a qué negarlo"(Juan de Dios García - La Galla Ciencia)
"Literatura juvenil es tu Bestia de 'La Bella y la Bestia, con ardor de estómago, eructando, y dándole patadas al lenguaje, retorciéndolo, inventándote vocablos, jerga, una nueva poética (me encanta lo de poesía a dentelladas), como hacen los chavales...'"(Patxi Irurzun)
"Su 'Tiempo muerto...' es una novela para reflexionar que seguro no tardan en llevar al cine, un thriller a ritmo de chotis, un personaje, Paco Carpena, espectacularmente desarrollado; una novela – tributo a las víctimas de Charlie Hebdo; y es que «la religión no es algo inmutable, como algunos pretenden» " (Luis Vázquez - Revista Fiat Lux)
"Resulta que la bestia de 'La Bella y la Bestia' vivía en Madrid. Y que, con algunos achaques por la edad y la mala vida, participaba en una terapia de grupo junto a otros villanos venidos a menos como Lobo Feroz, Maléfica, Cruella de Vil o el Capitán Garfio. Así lo imagina David Benedicte en 'Belleza interior', su versión del cuento de hadas que ha reinterpretado para el proyecto Te cuento... de la editorial navarra Alkibla"(Ion Stegmeier - Diario de Navarra)
"David Benedicte, cuando escribe, tiene polvo de hadas en los dedos"(De un informe de lectura en Seix Barral)