Nadar, volar. Volar, nadar. Basta con canjear agua por aire para que se confundan sus tiempos verbales. Agua, aire. Aire, agua. Sustancias incoloras, inodoras e insípidas en su estado puro. Materias antigravitatorias que nos permiten sentirnos peces. O pájaros. Repito: nadamos como si volásemos, rodeados de un agua que no deja de ser aire líquido.