[Poeta a punto de poner 'otro' huevo]




Pues aquí tenéis, tan 'frescue' como las sardinas 'frescues', el texto de contraportada de Maremágnum 44:
Los poetas no cierran por vacaciones. Algunos, como el responsable de este libro, se dedican a ensartar sus propios versos entre chapuzones, siestas mañaneras y tintos de verano. Sudores aparte, le salen cosas tan procazmente lúcidas como ésta:


bucea la Sirenita

feliz como una langosta
en compañía de un garboso bacalao
al pil-pil
y tres langostinos con gabardina

esta Sirenita es un poco gilipollas
ahora mueve los pechos al son de una muñeira
la Sirenita
y sonríe con su único diente
de oro

busca novio esta sirena
un príncipe enamorado y algo necio a ser posible


He aquí, pues, el tiempo en que las musas llegan aletreando a la toalla de cada cual. Y lo hacen despacio. Hasta que adoptan la forma de nudistas con complejos o sirenas sin fronteras. ¡Avisados quedáis para no tener que vislumbrar las desvergüenzas de los unos ni escuchar, ferozmente embelesados, los armoniosos cantos de las otras! ¡Cuidado ahí dentro! ¡Algunos de estos poemas han sido escritos por alguien rabiosamente endemoniado, poseído por los espíritus de Gloria Fuertes y Rafael Alberti! Por tal desquiciado motivo, se trata de un libro que no precisa de un prólogo rimbombante, ni de un epílogo al uso ni de una crítica a su medida u otras zarandajas, sino de un exorcista.
¿Hay alguno en la sala?