[Crónicas Marxianas]

 

Justo ahora. Cuando se cumplen dos siglos de su nacimiento. En pleno aniversario. Un momento idóneo para reflexionar sobre la figura del pensador alemán. O para resetear, en la medida de lo posible, su prolífico legado. Quizá convenga preguntarse, una vez más, en esta especie de juicio sin final, por la pertinencia del hombre que revolucionó el pensamiento del siglo XIX para cambiar el rumbo de la historia: Karl Heinrich Marx, nacido en Tréveris, Reino de Prusia (actual Alemania), el 5 de mayo de 1818. Bien cierto es que a su muerte Marx ni siquiera es internacionalmente demasiado conocido. O lo es, únicamente, en el muy restringido círculo de la ‘Internacional Obrera’, con la cual no siempre mantuvo las mejores relaciones. Como lo prueba una boutade. La que en esos años lanza, una y otra vez a amigos y enemigos mientras trata de enmendar la plana a Sócrates: “Lo único que sé es que yo no soy marxista”. Y llevará razón: Marx se hará marxista, o será Marx, a lo largo del siglo XX, décadas después de su fallecimiento; proféticamente hablando.

https://www.goethe.de/ins/es/es/kul/sup/kar/21270617.html