[El Empleado Del Mes]


No los creí.


Pero me convencieron

invitándome

gozosos

a matar a un novio

lacónico y feo

a horadar la lluvia

a violentar novicias sin freno

o sin frenillo

a tergiversar

en actos públicos

arduas nociones de Estado

a reventar

acariciándolos

los globos oculares de la gente joven

y desarrollé así

en el minuto siguiente

una vertiginosa actividad.



Sané los cólicos

renales

de las chachas filipinas

me impulsé a la búsqueda

incontinente

de nuevos sabores

presioné una y otra vez

el botón del encendido

anuncié el otoño

salpiqué a todo aquél

que se encontraba

al alcance de las salsas.

Pregunté entonces

una y otra vez

cuál era mi cometido:

y me dijeron que era Esclavo

De Las Cámaras De Gas.



Este poema de 'Biblia ilustrada para becarios' se ha asomado a 'Voces y miradas', el soberbio blog

del poeta Antonio Martínez i Ferrer. Y uno, que es agradecido por naturaleza, así lo hace constar.